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Un hombre de 57 años, que desde principios del año 2008 se encontraba internado en e Hogar de Ancianos Inmaculada Concepción, falleció la mañana de este domingo, luego de atragantarse con un pedazo de pan mientras recibía su habitual desayuno.
El hecho ocurrió pasadas las diez de la mañana, cuando Héctor Eduardo López Calderón, quien se encontraba postrado en cama, recibió le desayuno por parte de las funcionarias del hogar de ancianos, solo un par de minutos después las mismas funcionarias advirtieron que López Calderón hacía señas desesperadas con sus manos, percatándose que no podía respirar y que algo tenía atragantado en su garganta. Las auxiliares realizaron todas las maniobras para tratar de liberar el cuerpo extraño, siendo infructuosas las maniobras. Héctor López Calderón falleció a los pocos minutos.
Personal del SAMU que arribó a los pocos minutos, prácticamente no pudo hacer nada, pues el hombre se encontraba prácticamente sin signos vitales.
Por orden del fiscal de turno se constituyó en el hogar de ancianos personal de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, al mando del Inspector Rafael Herrera Bustamante, quien luego de realizar los peritajes al cadáver y al sitio del suceso, confirmó la muerte fue por asfixia por obstrucción de la vía respiratoria, causada por un cuerpo extraño, calificando esta muerte como accidental, situación que deberá ser ratificada por la autopsia de rigor que será practicada en el Servicio Médico Legal de San Felipe.
La historia de Héctor Eduardo López Calderón, está escrita con episodios marcados por el abandono y la soledad, ya que por muchos años estuvo postrado en el antiguo Hospital San Antonio de Putaendo, y gracias a las gestiones realizadas por el ex Alcalde Roberto Martínez, el año 2008 pudo ser ingresado al Hogar de Ancianos Inmaculada Concepción, donde prácticamente nunca fue visitado por sus familiares directos, recibiendo solo el cariño de las mismas funcionarias del hogar, y de un grupo de jóvenes que durante el tradicional carnaval de la chaya, transportaban en su silla de ruedas a Héctor López hasta el centro de la comuna, para que disfrutara de un hermoso momento.
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