By En reunión sostenida con la concejala andina Marianella Benavides, la directiva local del Colegio de Profesores de Los Andes manifestó su preocupación por el inminente regreso a clases presenciales, especialmente por la detección de la variante Delta de COVID-19 en el valle del Aconcagua.
Al respecto, la concejala Benavides explicó que, “efectivamente, la comunidad científica internacional ha alertado que esta cepa es más contagiosa y que se ha ido expandiendo por el mundo, por lo que es recomendable mantener las medidas de precaución, no exponer innecesariamente a las personas y actuar con responsabilidad”.
“Los dirigentes de los profesores me han dado a conocer su preocupación por la posible exposición de las comunidades escolares a este mayor riesgo de contagio, en caso de volver a clases presenciales en los próximos días, a lo que se suma la necesidad urgente de acondicionar los establecimientos como corresponde”, apuntó.
“En el caso de los establecimientos de responsabilidad municipal, los profesores me han señalado la urgencia de disponer de insumos básicos para la prevención de contagios, sanitización y mantención de artefactos de aire acondicionado, los que pueden ser reservorio de gérmenes debido a estar tanto tiempo sin uso”, afirmó.
Asimismo, los docentes informaron a la concejala que, según una encuesta realizada a los apoderados, hay cerca de un 80% de desaprobación al regreso a clases presenciales en las actuales condiciones. Debido a esto, los dirigentes locales del magisterio han solicitado reunirse con el Concejo Municipal en pleno, para expresar sus inquietudes, estando aún a la espera de una respuesta por parte del alcalde.
“La autoridad que determine reiniciar las clases presenciales en Los Andes, también debe ser capaz de asumir públicamente la responsabilidad por las posibles consecuencias de esta decisión, pero si eso no ocurre, entonces significa que no están dadas las garantías suficientes”, señaló Benavides.
En la reunión, los docentes también alertaron sobre la situación de los profesores con enfermedades crónicas de base, que son de alto riesgo, así como su inquietud por el comportamiento del COVID-19 en relación con los demás virus respiratorios presentes habitualmente durante el invierno.
Señalaron, además, que la modalidad de jornadas híbridas o mixtas (presenciales y telemáticas), tampoco constituye una solución real que dé garantías de seguridad, tanto a los profesores, como al resto de la comunidad educativa y sus familias.
