TECNOLOGÍA: La historia de Philips y cómo se ha convertidoen el titán tecnológico de hoy en día

TECNOLOGÍA: La historia de Philips y cómo se ha convertidoen el titán tecnológico de hoy en día

En la actualidad, es posible afirmar que el televisor se encuentra en la gran mayoría de los hogares. Esto se debe a que estamos hablando ni más ni menos que de un dispositivo maravilloso que nos entretiene durante los momentos de ocio, así como también nos mantiene informados con noticias de todas partes del mundo. Se trata, por lo tanto, de un electrodoméstico indispensable y un gran aliado para el día a día.

Con esto en mente, resulta pertinente señalar que, en el contexto de hoy en día, son numerosas las marcas que se encuentran dentro del mercado. Una de ellas, sin embargo, se destaca por su rica historia y por el hecho de que ha logrado convertirse en un verdadero titán tecnológico. Nos estamos refiriendo, claro está, a Philips.

Un televisor Philips es un televisor único en su clase. No solo cumple con cada una de las expectativas que uno podría llegar a tener, sino que incluso las supera de manera significativa. Así, nuestro objetivo en el presente artículo consiste en contarte todo lo que necesitas saber acerca de Philips, de su historia, de su evolución a lo largo del tiempo. Si esto te interesa, no abandones la lectura. Aseguramos que no quedarás defraudado.

La sinigual historia de Philips en la industria tecnológica

En primer lugar, resulta pertinente señalar que son muchas las empresas tecnológicas que crecieron con el correr de los años, pero ninguna de la forma en la que lo hizo Philips. Echemos un vistazo a su historia, partiendo de los orígenes para llegar hasta el presente.

Los comienzos de la marca

En el año 1858, nace Gerard Philips en una ciudad holandesa Zaltbommel, que apenas superaba los dos mil habitantes en aquel entonces. Se graduó como ingeniero mecánico y se fue a trabajar a Glasgow, en los astilleros.

Ahí, sintió un fuerte interés por la bombilla eléctrica, la cual era utilizada a gran escala con diferentes fines. Comenzó, entonces, a estudiar la luz eléctrica y la transmisión de energía. Abandonó Escocia y se marchó a Londres, también a Berlín, para adquirir experiencias.

Entre 1890 y 1891, llegó a la conclusión de que su futuro no se encontraba en el comercio y en la instalación, sino en la fabricación. Con la ayuda de su padre, empezó a fabricar sus propias bombillas de filamento de carbono. Los primeros años fueron muy complicados, pero la figura de Anton Philips, hermano menor de Gerard Philips, cambió el rumbo de esta nueva compañía para siempre.

Realizó aportaciones fundamentales que permitieron que la empresa creciera de manera veloz. Es más, Anton se convirtió en copropietario de la empresa. Pasó a desarrollar un programa de viviendas para el bienestar de los empleados.

Inicios del siglo XX

A principios del siglo XX, se sucedieron unos cambios a nivel social y económico que favorecieron el estado de la compañía. De hecho, Philips se convirtió en el mayor empleador privado de Países Bajos. El comercio internacional, por otro lado, se veía favorecido por la ubicación beneficiosa de la compañía.

Como si esto fuera poco, Philips fue buscando la manera de seguir creciendo, de ofrecer a los consumidores productos nuevos, más interesantes. Así, en 1914, inauguró un laboratorio de investigación para ser capaz de innovar como nunca antes.

Cuando Gerard Philips se jubiló y Anton Philips quedó al mando, decidió que la empresa empezaría a fabricar otros productos, no solo bombillas. Nació la radio y, en tan solo cinco años, Philips era su mayor fabricante en el mundo. El cambio no se detuvo ahí; la compañía también comenzó a fabricar máquinas de afeitar, a crear sus propias emisoras y muchísimo más, sin dejar de lado las bombillas.

Lo más significativo, sin embargo, fue la introducción del televisor Philips. En la empresa, habían estado muchos años investigando esa tecnología hasta que fueron capaces de llevar a cabo una emisión en Holanda. Lanzaron un sello discográfico, un reproductor compacto estéreo, reproductores portátiles, etcétera.

Momento de crisis

A pesar de las innovaciones y tecnologías de primera categoría, Philips sufrió una crisis por los años ochenta, inició un periodo de decandencia. Para 1990, las pérdidas habían superado los dos millones. Tuvieron que despedir a muchos de sus trabajadores como consecuencia.

Uno de los problemas centrales que enfrentaba era la competencia con empresas japonesas. Además, a la empresa le costó adaptar su estructura global. Dejaron de fabricar bombillas para enfocarse en otros campos.

El resurgimiento de las cenizas

De todas formas, la gente de Philips nunca se dio por vencida. Es por ese motivo, que hoy en día se sigue hablando de la empresa. No solo se sigue hablando sobre ella, sino que incluso se la considera un titán tecnológico en el contexto actual.

Esto fue posible gracias a que Philips supo adaptarse y reenfocar sus esfuerzos, se mantuvo relevante en el panorama empresarial que cambia constantemente. Quizá ya no fabrique bombillas, pero ilumina el camino para muchas otras compañías con productos que son ejemplos a seguir en relación calidad y precio.

Los televisores Philips son un gran ejemplo de esto. Nos estamos refiriendo a productos maravillosos que cuentan con un gran diseño, pantallas amplias, lujo de detalles, un buen ángulo de visión, entre tantos otros beneficios. Sin lugar a dudas, los usuarios pueden gozar de una experiencia de uso óptima gracias a Philips.

Entre sus innovaciones, se destaca la tecnología Ambilight del televisor Philips. Es un sistema de iluminación que se lo reconoce por el hecho de que mejora la visualización en pantallas. El contraste, el color y los detalles se ven optimizados. Así, la experiencia en su totalidad es más inmersiva. Con un televisor Philips, nos sentiremos como si estuviésemos dentro del universo de nuestra serie o película favorita, junto a los protagonistas.

Tampoco se puede dejar de lado que el televisor Philips que incluye esta tecnología tan fantástica disminuye el cansancio en los ojos y ofrece imágenes nítidaz y claras, sumamente avanzadas.

 ¿Qué más podríamos pedir? Bueno, como si esto fuera poco, insistimos en que la relación entre el precio y la calidad es fabulosa cuando se trata de productos pertenecientes a la marca Philips; esto aplica no solo a los televisores, sino a todos los productos presentes en su catálogo: cepillos eléctricos, afeitadoras, auriculares, depiladoras, parlantes y muchísimo más.

Conclusión: tropezón no es caída

A modo de cierre, reiteramos que la historia de Philips es muy interesante. Pero además de ser interesante, resulta inspiradora sobre manera por el hecho de que, sí, sufrió una etapa de decadencia, pero supo resurgir de entre las cenizas cual ave fénix y establecerse como una de las empresas de mayor importancia en el mundo moderno.

Entre sus numerosos productos, consideramos que uno que se destaca es el televisor, por el hecho de que no deja nada que desear, sino todo lo contrario; nos deja boquiabiertos con todo lo que tiene para ofrecer de manera constante.

Además, estamos ante una empresa en la que se puede confiar plenamente, que busca la satisfacción de los usuarios y consumidores con cada paso que toma. Resulta muy emocionante imaginar, teniendo en cuenta su pasado, cómo será el futuro de este titán tecnológico.

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