Durante esta semana, Gendarmería realizó simulacros de incendio en los Centros de Cumplimiento Penitenciario de San Felipe y Los Andes, ejercicios que forman parte de su protocolo semestral para fortalecer la preparación y respuesta del personal ante emergencias.
En total, cerca de 450 funcionarios han sido capacitados en control de incendios, primeros auxilios y uso de extintores, en el marco de un plan regional de entrenamiento que busca resguardar tanto al personal penitenciario como a la población privada de libertad.
El primer ejercicio se efectuó el martes en la cárcel de San Felipe, donde a las 15:47 horas se activó la alarma y el equipo de la Brigada Especial Contra Incendios (BECI) respondió rápidamente al foco simulado. El jefe del recinto, teniente coronel Carlos Ortiz Sánchez, destacó el profesionalismo de los funcionarios, incluso de aquellos que acudieron a colaborar estando fuera de turno.
Un día después, la unidad penal andina replicó el operativo con un incendio controlado en dependencias de internos condenados, logrando extinguirlo en menos de media hora.
El trabajo coordinado entre Gendarmería, Bomberos, PDI, SAMU, Carabineros y los municipios permitió evaluar la eficiencia de los protocolos. Según el sargento segundo Rodrigo Escarate Nesbet, encargado regional de BECI, contar con estas brigadas “acorta los tiempos de reacción y mejora la seguridad del personal, de los internos y de la infraestructura penitenciaria”.


