En el camino que conduce hacia Jahuel, en la comuna de Santa María, se encuentra uno de los rincones más curiosos del Valle del Aconcagua: el Algarrobo Magnético, un árbol centenario que forma parte del patrimonio natural y de las leyendas más comentadas de la zona.
Según la tradición local, quienes se detienen frente al árbol, apagan el motor del vehículo y lo dejan en punto muerto, pueden ver cómo el auto comienza a moverse “cuesta arriba”, como si una fuerza invisible lo atrajera. Esta experiencia ha despertado la curiosidad de cientos de visitantes que llegan cada año a probar el fenómeno por sí mismos.
El “Algarrobo Magnético” se ubica a pocos minutos de las Termas de Jahuel, y su fama ha trascendido lo local para convertirse en un atractivo turístico del valle. Aunque no existen estudios científicos que confirmen un verdadero campo magnético, especialistas apuntan a que se trataría de un efecto óptico natural, similar al de las “colinas magnéticas” presentes en distintos lugares del mundo, donde la inclinación del terreno engaña a la vista.
Más allá de la explicación, el sitio sigue siendo un símbolo del misterio y la energía natural que rodea a Santa María, un punto imperdible para quienes disfrutan del turismo rural y las historias que hacen del Aconcagua un lugar único.
Internautas señalan que el caminó se mantendría sin acceso. Ete hecho ha generado molestias.


