Con profundo recogimiento, la comuna de Catemu vive una jornada marcada por la emoción y el respeto, ante la llegada este lunes de los restos de Laurita Belén, la niña cuya valiente lucha contra el DIPG, un agresivo cáncer cerebral, conmovió a la comunidad local y a miles de personas dentro y fuera del país.
Durante las últimas horas, Catemu comenzó a transformarse en un espacio de homenaje y despedida. Globos rosados y blancos cubren gran parte del centro urbano, visibles desde el puente Chagres, como una muestra del cariño, la unidad y el acompañamiento de vecinos y vecinas hacia la familia de Laurita. La imagen refleja el impacto profundo que dejó su vida, su fortaleza y la ternura con la que enfrentó una enfermedad devastadora.
Según se ha informado, los restos de Laurita arribarán hoy al Aeropuerto de Santiago, para luego ser trasladados hasta Catemu, donde su familia realizará el velatorio en su domicilio. La comunidad ha respondido de manera espontánea, organizándose para darle una despedida digna, marcada por el respeto, el amor y el recogimiento.
Laurita no solo fue una niña que luchó con una fortaleza admirable, sino que también se transformó en un símbolo de esperanza, unión y humanidad. Hoy, Catemu se une en un solo corazón para recibirla, acompañar a sus seres queridos y despedirla con la luz que siempre la caracterizó. Su recuerdo permanecerá vivo en la memoria colectiva de toda la comuna.


