![LOS ANDES: [VIDEO] La virgen del cerro: La historia que sigue ahí mirando a Los Andes](https://aconcaguanews.cl/portal/wp-content/uploads/2025/12/image-2025-12-23T122545.953.png)
By Hay cosas en el Valle de Aconcagua que siempre han estado ahí. Las vemos a diario, forman parte del paisaje y casi pasan desapercibidas. Una de esas historias nace en lo alto del cerro que hoy conocemos como Cerro de la Virgen, en Los Andes.
Antes de recibir su nombre actual, este cerro era conocido como Quicalcura o Tikilcura, un término de origen indígena que significa “las piedras paradas”. No es un detalle menor: durante un periodo, incluso, la ciudad de Los Andes fue llamada la villa de las piedras paradas. Nada es casual. Todo forma parte de una historia profunda, ligada al origen del territorio y a la identidad de quienes lo han habitado por generaciones.
Desde su cumbre, una imagen de la Virgen observa la ciudad desde hace más de un siglo. Según la investigación del historiador andino René León, se trata de una estatua de fierro fundido de 3 metros 20 centímetros, instalada sobre un pedestal de 5 metros 50, ubicada a más de 200 metros sobre la ciudad. Sin embargo, su tamaño no es lo que más impresiona.
La verdadera historia de la imagen se remonta a inicios del siglo XX. Tras los Pactos de Mayo y la definición de límites entre Chile y Argentina en 1901, se evitó un conflicto bélico que parecía inminente. En ese contexto surgió la idea de levantar esta imagen como símbolo de paz entre ambas naciones y como gesto de protección espiritual para Los Andes.
La iniciativa fue impulsada desde la parroquia local. No existían caminos ni maquinaria moderna, por lo que fue necesario habilitar una ruta especial y subir la imagen en carreta hasta la cumbre, en una verdadera hazaña para la época. Finalmente, el 13 de abril de 1902, la estatua fue instalada en lo alto del cerro, quedando para siempre ligada a la historia local.
Hoy, más de cien años después —y con un cerro que observa a Los Andes desde al menos 1870— la Virgen sigue ahí. Silenciosa. Presente. Mirando cómo la ciudad crece a sus pies.
Historias que siguen ahí.
Y que en AconcaguaNews estaremos contando constantemente.
