By Como dice el campo en su sabiduría, “sin agua no hay cosecha, sin tierra no hay comida, defendamos la tradición, que es fuerza pa’ la vida.” Javier Crasemann – autodenominado “diputado de Aconcagua” – valora la llegada del mes de la patria como un momento de inflexión en el momento que vive Chile.
“Septiembre nos pone felices: es un mes de festejos, de compartir en familia, de ver a los niños bailando nuestros bailes tradicionales, recordando la historia y dando la bienvenida a la primavera. Espero que sirva para recordar que el país cuando más avanza es cuando estamos unidos. Es un momento para mirarnos entre todos y trabajar en soluciones concretas para mejorar la vida de las familias. Eso es lo que debemos hacer, pero con una mirada clara: las tradiciones no son un slogan, son parte del alma de Chile.”, señaló Javier Crasemann.
El postulante subrayó que en el campo las cosas se dicen de frente y sin vueltas: “En el campo se valora la honestidad directa, sin espacio para las ambigüedades y eso ha sido mi impronta. Hay que valorar lo que se hace bien, pero hay que decir sin rodeos lo que está mal. Hay que abrir caminos de diálogo y formar alianzas para avanzar. En la vida y en el trabajo siempre nos vamos a encontrar con problemas. Lo importante es no quedarse pegado y avanzar en la búsqueda de soluciones. Algo en lo que me he esforzado es precisamente eso: impulsar respuestas innovadoras para los desafíos de la región” indicó.
Crasemann ha dedicado su vida a defender el riego, la tierra y el trabajo de los pequeños agricultores. “Todo esto constituye el alma de Aconcagua y de la región”, precisa.
“Defender el agua no es solo defender el riego, es defender la tranquilidad de miles de familias: el agua es alimento, gobernanza, desarrollo productivo, social y laboral; es consumo humano y cuidado de los ecosistemas. Es un todo. Esa mirada integral es la que quiero llevar al Congreso, para que el país entienda que el agua es la base de nuestra vida y de nuestro futuro. Mi compromiso es seguir haciendo lo que siempre he hecho: defender con fuerza y energía la tierra, el agua, el trabajo y las tradiciones. La única diferencia es que será desde el Congreso y serán muchas más las familias que podrán vivir tranquilas.
Para Crasemann, es el trabajo y no la ideología lo que puede mejorar la región y sus comunas: “Se necesita unidad y conocer de primera fuente los dolores de las personas. Cuando el problema tiene nombre y apellido, uno trabaja el triple en encontrar la solución, y ese es mi compromiso. Empujar soluciones para que las familias de Aconcagua vivan tranquilas y se sientan orgullosas de nuestra tierra.”
Finalizó con un deseo de esperanza y unidad: “Damos inicio a septiembre, mes de la patria. Que sea un momento de alegría y orgullo de ser chilenos”.
