El fútbol aconcagüino está de luto tras confirmarse este martes el fallecimiento de Héctor Roco Lucero, histórico defensor y técnico de Unión San Felipe que dejó una huella imborrable en el club y en la comunidad.
Nacido el 21 de julio de 1966, Roco defendió a lo largo de su carrera las camisetas de Naval de Talcahuano, Unión Española, Everton de Viña del Mar y, principalmente, Unión San Felipe, institución con la que consiguió dos ascensos a Primera División, en 1988 y 2000. Su liderazgo lo transformó en un referente y capitán recordado por la hinchada.
Su último partido profesional se disputó en el Estadio Nacional, frente a Universidad de Chile, encuentro que él mismo describió como una despedida especial. Fue sustituido en el minuto 58 y nunca más volvió a vestir de corto, cerrando una carrera marcada por la entrega y el compromiso con el Uní-Uní.
Tras el retiro, se mantuvo ligado al club como formador en divisiones menores y en la temporada 2020/21 asumió la banca del primer equipo, dirigiendo once partidos oficiales. Además, compartía su experiencia en la Escuela de Fútbol Municipal de Panquehue, donde transmitía valores y conocimientos a niños y jóvenes de la comuna.
Este miércoles, a los 59 años, Héctor Roco falleció a causa de un paro cardíaco, noticia que enluta a Unión San Felipe, al deporte local y a todo el Valle de Aconcagua. Su legado queda vivo en quienes lo vieron jugar, lo tuvieron como entrenador y en las nuevas generaciones que recibieron su enseñanza y cariño.