La apabullante oferta audiovisual a la que
tienen acceso los niños actualmente puede sobrepasar a los padres que buscan la
mejor educación para sus hijos. La duda sobre si dejar o no que consuman según
qué contenidos es muy común entre los padres de la actualidad. Ellos en su
infancia se sentaban frente al televisor a la hora de su serie preferida y se
levantaban para jugar cuando acababa.
Hoy los pequeños tienen una enorme oferta de dibujos, series, películas y otros
contenidos de muy diversa índole que están disponibles las 24 horas de cada
día. Es muy complicado decidir cómo utilizar estos contenidos, si es mejor
prohibirlos, si se deben limitar a unas horas concretas. La última palabra,
como no puede ser de otro modo, la deben tener los padres.

¿Cómo usar los contenidos audiovisuales en positivo?
Prohibir pocas veces es la solución a los problemas cuando se trata de menores.
En el caso de los contenidos audiovisuales podría incluso ser contraproducente
porque, cuando se escogen con cuidado, pueden ser una fuente de aprendizaje de
mucho valor.
Aquí está la clave, en la selección y el control parental de los contenidos que
consumen los pequeños. Hay que tener cuidado con ciertos elementos agresivos y
nocivos como la publicidad de productos no apropiados para menores o aquellos
programas que no cumplan con los valores que se desea enseñar a los pequeños.
Establecer
límites horarios también es una solución que muchos llevan a cabo de forma
exitosa. Concentrar los dibujos y series en la hora de la comida, por ejemplo,
puede servir como una perfecta arma de negociación cuando los pequeños se
niegan a comer los alimentos que menos les gustan.
En cualquier caso, las limitaciones no debe ser establecidas de un modo férreo
e inapelable, un día puede que se entretengan con una interesante conversación
durante una comida y no se acuerden de pedir los dibujos. Puede que otro día se
encuentren algo cansados o enfermos y prefieran ver una película durante la
tarde en lugar de jugar a otra cosa. El criterio de los padres para valorar
cada caso será la balanza que controle la idoneidad de la decisión.
¿Cómo escoger los contenidos?
Según van creciendo, los niños comienzan a tener más claros sus intereses y sus
gustos, desde muy corta edad pedirán uno u otro capítulo de aquellos dibujos o
de los otros. Será muy evidente su interés y su preferencia, sin embargo, los
padres pueden hacer una selección previa de los contenidos antes de mostrarlos
por primera vez al niño.
Es importante valorar la capacidad de cada contenido para enseñar algo
positivo. Desde valores morales y éticos acordes con los de cada familia, hasta
idiomas, letras, números, colores, etc. Son muchos los contenidos que los
pequeños recibirán con facilidad y recordarán a base de repetición. Está en la
mano de los adultos guiar a los más pequeños de forma adecuada para encontrar
los programas más apropiados para su beneficio y su desarrollo personal.