“Creo que hoy mas que nunca debemos pensar en el amor a la vida y en el arraigo afectivo como posibilidad de sanar nuestro sufrimiento”
Este último tiempo he estado en diversas publicaciones tratando de analizar y entender el mecanismo psíquico a la base de la decisión de morir, sin embargo olvidé en ese mismo análisis, que lo que desaparece y no vuelve mas a estar es una maravillosa vida que deja un dolor irreparable en la familia y sus seres queridos, quienes deben seguir sobre – viviendo.
Sentarse a pensar en la vida es una cosa difícil para mucha gente, pero el no hacerlo es peor. Muchas veces entramos a ciclos en la vida en los cuales nos enfrascamos en la cotidianidad y olvidamos lo sustancial: el amor hacia si mismo, al prójimo y el disfrute de la vida. Es por eso que los invito a preguntarse:
¿Qué nos esta pasando que cada día hemos olvidado el valor de lo simple, la maravillosa posibilidad de vivir y de amar a nuestros seres queridos?
¿Por qué vivimos y sufrimos tanto muchas veces?
¿Por qué no da las gracias por su vida?
¿Porque no se acerca a sus hijos y les dice que los ama?
¿Por qué hoy, no se sienta a la mesa sin el ceño fruncido o molesto, se ríe y conversa amenamente junto a los suyos que lo necesitan?
¿Porque nos cuesta tanto hacerlo? ¿De que nos olvidamos?
Nos olvidamos de la gratitud hacia la vida.
El amor a la vida debe primar ante todo, ante los egoísmos y beneficios propios, debe anteponerse el derecho que tenemos todos a vivir con otros a través de la generosidad y la espontaneidad de la convivencia social.
Hace unos días una joven en mi consulta me decía “Sucede que hoy no encuentro nada que me llene, me siento vacía y creo que lo he perdido todo”
Sin embargo yo al mismo tiempo pensaba “que ella lo tenía todo”, solo que no lo ha podido descubrir. Debe descifrar el misterio de lo que puede dar sentido a su vida. Debe trabajar su esperanza.
Escucho a alumnos que a veces sienten que su vida no tiene un propósito por diversos problemas. Duele escuchar eso, no solamente porque son personas valiosas, sino porque es triste vivir una vida sin propósito.
La vida es una cosa muy bella, pero solamente si la tratamos como el regalo precioso que es. A veces vemos las cosas de una manera en la cual nos dejamos llevar por los sentimientos derrotistas, y dejamos de luchar por vivir.
Es muy importante saber que los momentos difíciles y tristes son también partes necesarias de la vida. La vida es un camino que debemos recorrer.
Tener metas en la vida es importante, pero hay que tener metas que al fin de cuentas uno pueda estar orgulloso de ellas. No solamente de las metas, sino de uno mismo.
Les pregunto al finalizar: ¿Qué les da sentido a sus vidas?
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