By La obra, financiada por Fundación Lepe, marca el inicio del plan maestro que se implementará en el cerro y que busca ‘revelar las cualidades ambientales específicas de Curimón y el cerro San Francisco, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus habitantes y la capacidad de recibir visitantes como un modo de contribuir al desarrollo del turismo responsable y sustentable para Curimón y el Valle del Aconcagua’.
El cerro isla San Francisco es parte importante de la identidad curimonina y está asociado fuertemente a la historia de la localidad, de sus habitantes y a su principal actividad religiosa cultural que cada 4 de octubre congrega a miles de personas en su cumbre para celebrar la Fiesta de San Francisco de Asís.
Uno de los lugares que fue adquiriendo gran significado con el paso de los años para los visitantes es el Mirador del Cristo del Juncal y Cruz del Gallo, paso obligado donde se puede observar parte del Valle del Aconcagua antes de llegar a la cima del cerro. “Desde que yo tengo uso de razón, la Cruz del Gallo ha estado ahí. Más de 70 años. Era parte del recorrido para llegar a ver a San Francisco. Uno siempre oraba primero en ese lugar. Y se llamaba la “Cruz del Gallo” porque tenía una ´redondelita´ con forma de gallo que indicaba los puntos cardinales” explica María Inés Toro, curimonina perteneciente a la comunidad parroquial.
La imagen del Cristo de la Cruz del Gallo fue conseguida por la comunidad luego de un arduo trabajo. “Hace dos años, la imagen del Cristo de la cruz se dañó y como comunidad parroquial hicimos una campaña para comprar una nueva. Repartimos sobres por todos los sectores de Curimón y logramos reunir el monto. Gracias a la donación de madera para la cruz de Santiago Leiva y al trabajo que realizó el Maestro Arcadio Rodríguez, Gustavo Rodríguez y Luis Vergara, se pudo poner la imagen en la cruz y quedó perfecta para sostener de buena manera la nueva imagen y hoy por fin podemos tenerlo aquí” explica la señora María Inés.
La remodelación del Mirador del Cristo del Juncal consistió en habilitar el lugar para que fuese más amigable para quienes lo visitan y utilizan como zona de recogimiento y oración. Se le incorporó escaleras para que fuese más fácil su acceso, bancas para orar y descansar, se emparejó el suelo y se acompañó con el desarrollo del paisajismo utilizando flora nativa.
Fundación Lepe, organización que desarrolla constantemente iniciativas en Curimón y en su cerro isla, a través de la coordinadora del programa Vivo Curimón, Dazma Guzmán, explicó que «la inauguración y bendición del mirador junto con la colocación de la Cruz del Gallo representan un hito muy importante para la comunidad y también para el equipo del programa Vivo Curimón de Fundación Lepe, porque significa dar un primer paso en la concreción del plan maestro del cerro que tiene como objetivo habilitar espacios estratégicos del cerro para el desarrollo del turismo responsable y sustentable para Curimón y el Valle del Aconcagua. Además, este año estaremos ejecutando en paralelo otras acciones de conservación y restauración del espacio que conducirán a convertir el cerro isla en un aula al aire libre. Por esa razón, invito a la comunidad que visita el cerro a cuidar este mirador y a participar de todas las actividades que se realizarán porque son para beneficio de todos y todas«.
La actividad contó con la presencia de autoridades de diferentes localidades del Valle del Aconcagua, entre ellas la alcaldesa de San Felipe, Carmen Castillo; el delegado municipal de San Felipe en Curimón, José Luis Mardini; el obispo de la diocesis de San Felipe, Gonzalo Bravo; representantes de Carabineros, Bomberos, y juntas de vecinos de Curimón; de Fundación Lepe y Familia Lepe, Agrícola Moncuri, entre otros; quienes pudieron participar del acto de inauguración y de una liturgia encabezada por el sacerdote Luis Núñez.
El delegado municipal de San Felipe en Curimón, José Luis Mardini, manifestó que «como delegado municipal y vecino de Curimón tengo muy claro que para todos los habitantes de este hermoso pueblo el cerro San Francisco representa algo más que un simple parque o un lugar de esparcimiento. El cerro tiene un lugar preponderante en nuestras vidas, niños y adultos han recorrido sus senderos y disfrutado sus vistas, todos saben historias o cuentos sobre túneles, cementerios y apariciones, la gran mayoría espera con ansias el día de San Francisco para subir en procesión o con sus mascotas y todos sin excepciones saben que es un lugar que le pertenece a la comunidad y que debemos cuidar, es por ese motivo que estas nuevas obras que mejoran este lugar son muy bien recibidas y agradecidas por todos«.
