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  OCTAVIO ARELLANO ZELAYA , 6 agosto 2024 @ 9:45 AM

  «Los últimos temporales de lluvias y los vientos huracanados que afectaron la provincia de Los Andes y a toda la zona central del país, a los cuales no estábamos acostumbrados, son una clara evidencia que el cambio climático llegó para quedarse, lo que nos obligará a adaptarnos a muchas fenómenos climáticos extremos que pueden causar graves daños a las personas y a la infraestructura de servicios básicos. Lo peor de todo es que las grandes empresas eléctricas como Chilquinta, aún cuando contaban con información de la amenaza climática que se anunciaba , prefirieron hacer primar los intereses de sus accionistas antes que la seguridad de las personas. Ello porque las políticas de la empresa de optimizar los ahorros para sus accionistas, le impidió mantener cuadrillas de emergencia en cantidad suficiente para atender una emergencia que se había estado anunciando con bastante anticipación, ya que ello requería contratar personal adicional para reponer un servicio que es esencial para la comunidad. Todos sabemos que las grandes transnacionales eléctricas operan con empresas contratistas externas a las cuales les pagan por servicio ejecutado pero no por servicios preventivos ante la amenaza de una emergencia, o sea han carecido de una estrategia preventiva y sencillamente han dejado abandonadas a sus clientes por los cortes de luz que ya llevan varios días. Con ello han contravenido gravemente la Ley 20.701 de Servicios Eléctricos, lo que les obliga a mantener operativo el servicio, en cualquier circuntancia. En mi experiencia en que me ha tocado litigar contra este tipo de empresas han dejado en evidencia su falta de planificación e inversiones y su costumbre de reaccionar con posterioridad, cuando ya la comunidad está sufriendo extensos cortes de luz. A ello se agrega que no invierten en soterramiento de cables ni en la reposición de postes chocados, siendo un verdadero atentado al arbolado urbano sus podas de supuesta conservación. No hay que olvidar que ellas recibieron como regalo del régimen de Pinochet, la totalidad de la postación de las calles, por la que no pagan ni un solo peso al Municipio por la ocupación de la vía pública, sin embargo ellos perciben grandes ganancias por el arriendo de los postes por empresas de cable, fomentando un entramado de cables de todo tipo, que es una tentación para la delincuencia que busca el cobre del cableado.
  Esta improvisación de Chilquinta, ENEL, CGE y otras no puede ser gratis, por lo que creemos que llegó la hora de que se revisen las bases de sus millonarios contratos monopólicos y deben sufrir la aplicación de multas, mientras que la comunidad afectada por los cortes tiene derecho a ser compensada por sus pérdidas y daños morales causados,, con quienes solidarizamos ante esta situación de deficiencia del servicio. A partir de esta situación, el llamado al Gobierno es a exigir a las distribuidoras eléctricas desde ya, planes de contingencia ante futuras situaciones de emergencia, información que debe ser puesta en conocimiento de la comunidad y las autoridades locales, ya que como dijimos, la crisis climática requiere ser tomada con la seriedad que corresponda.»
  (Octavio Arellano Zelaya, Abogado)